jueves, 23 de mayo de 2013

Acolchado

        La técnica del acolchado consiste en cubrir el suelo con un material orgánico. Está basada en la inexistencia de suelos descubiertos en el estado natural del suelo, que siempre tiene un manto verde para protegerlo.

Los efectos beneficiosos son:
        Ayuda a mantener el nivel óptimo de humedad del suelo, evitando la resecación y disminuyendo la necesidad de riego. Protege la tierra de la intensa radiación solar en verano, evitando la perjudicial radiación ultravioleta. Evita la erosión del suelo. Controla la aparición de hierbas no deseadas (adventicias) al eliminar su acceso al sol. Y proporciona un aumento del humus y fertilizantes por la lenta descomposición del acolchado.  En general mejora la estructura natural del suelo.
       
      Hay varios tipos de acolchado dependiendo del material que se utilice. Materiales orgánicos e inorgánicos. Son también muy usados en jardinería como por ejemplo la grava, cortezas de pino y otros árboles, acolchao de piedras... Y en la agricultura ecológica se utilizan más materiales orgánicos como la paja, siegas de hierba, heno, restos de poda triturados...
       
         Nosotros hemos realizado un acolchado de paja. Con cinco alpacas grandes hemos tenido suficiente para colocar una capa adecuada en toda la huerta. Primero extendemos la paja por los bancales hasta dejar una capa de unos 4  o 5 cm. Antes de trasplantar, y evitando poner el acolchado, todavía, en los lugares donde vamos a plantar con semilla. Puesto que de igual manera que evitan la aparición de hierbas adventicias, harían imposible la germinación de nuestros cultivos.





Nada más terminar de extender la paja por un bancal lo regamos para evitar que se vuele con el aire o el viento, y colocamos las mangueras de goteo por encima para fijar el acolchado al suelo.













jueves, 16 de mayo de 2013

Ya tenemos las primeras hortalizas en la parcela común!

        Hemos estrenado la parcela común, y antes ya de poner el riego, hemos plantado unos plantones de cebolla que nos ha donado un vecino del pueblo, Deogracias García Aguado.
        Los plantamos en lineas de 3, dejando una distancia de unos 15 cm entre cebolla y cebolla. Se introducen directamente en el suelo con el dedo índice y se tapa con un solo movimiento de la mano. Tendremos que regarlas con regadera hasta que se demuestre lo contrario...



Sistema de riego: goteo

        El sistema elegido para el riego de la huerta es el goteo. Es el sistema que más optimiza el recurso más preciado de este planeta, el agua. Sacamos el agua de un pozo que hay en la parcela, que por su cercanía al río, sitúa su nivel freático a la altura de la superficie del río. Y siendo éste un embalse, nos aseguramos de que no baje ni suba el nivel de agua del pozo independientemente de la estación del año.
      
      En el pozo se instala una bomba para subir el agua hasta la superficie. De ahí, parte una tubería de polietileno de 50 mm de diámetro, y una presión nominal de 6 atm. Tendemos la tubería principal por una zanja que hemos cavado perimetralmente a lo largo de una de las vallas de la huerta. Y luego gira hacia el interior por el pasillo central, entre las parcelas.




        La tubería central se perfora con un taladro para sacar una toma de agua para cada parcela individual. En cada punto, se coloca un collarín que abraza la tubería de 50mm.




       
        Sobre el collarín, un machón roscado recibe la llave de paso. En este punto es importante asegurarse de que la llave abre hacia arriba para que no tengamos problemas en un futuro. En el otro extremo de la llave, otro machón roscado recibe al manguito que abrazará un tubo de 25 mm. de diámetro y 80cm de longitud que sirve para sacar la ''T'' y el segundo orden de tuberías fuera de la zanja que se cubrirá posteriormente. Este manguito en forma de T reparte un tubo de 25mmm. por la base de la parcela. Los finales del tubo se tapan con tapones de 25. Y será de este tubo de donde partirán, finalmente, las tuberías de 16mm. de diámetro donde perforaremos para situar los goteros.



Sistema de riego a falta de conectar las tuberías de 16mm. donde van los goteros.

Tendido de tuberías de riego de 16mm. sobre los bancales de las parcelas individuales.
     

         Las líneas de goteo, de 16mm. de diámetro, están sin perforar. Dependiendo de las características de las plantas que vamos a poner, sus dimensiones y su extensión, planificamos cada línea de bancal y establecemos la distancia entre goteros. Ponemos dos lineas de riego para las plantas de gran porte (tomates, calabacines, melones...); y tres líneas para las plantas pequeñas (lechugas, cebollas, zanahorias...).   
        Perforamos el tubo y colocamos los goteros cada 0,20; 0,25; 0,50 o 1 metros según el tipo de cultivo. De esta manera cada uno puede regular la cantidad de agua que quiere aportar a su cultivo, de forma independiente a los demás. Para las parcelas comunes, utilizamos tubos de 16mm. con los goteros ya integrados, con lo que ahorramos mucho tiempo de ejecución.





        Nosotros además, para dejar toda la instalación completa, hemos protegido las llaves de paso con arquetas prefabricadas de plástico. Y hemos subido el nivel del suelo en los pasillos centrales, por donde va la tubería general, para dejar el nivel rasante a las tapaderas de las arquetas. Por supuesto es importante comprobar que no hay pérdidas de agua en ningún punto de la instalación antes de enterrar cualquier elemento.











miércoles, 8 de mayo de 2013

Labrado de la tierra, traslado del diseño del papel al terreno.

Para deshacer los terrones existentes y dejar una tierra óptima para la elaboración de los surcos y bancales, pasamos un motocultor o mulilla mecánica dos veces por cada parcela indicidual y por las comunes.
















Tras pasar el motocultor dos veces por todo el área; hubo que replantear algunas parcelas, incluyendo las comunes, para adecuarlas al sistema de riegos, dejando todos los límites paralelos. También se cambió la siuación de las parcelas comunes por ciertas disconformidades particulares.
        El sistema de plantación elegido tiene mucho que ver con el sistema de riego que vamos a utilizar. Los surcos, por ejemplo, son muy recomendables cuando el sistema de riego es la inundación. Sin embargo, para ahorrar agua y conseguir un mayor control sobre el volumen y frecuencia del riego en cada parcela, nosotros optamos por el riego por goteo. En el goteo, deja de ser imprescindible la elevación de las lineas de plantación. Finalmente nos decidimos por el diseño y elaboración de bancales o ''lomos''. Este sistema nos permite asociar más facilmente unos cultivos a otros y disminuye la evaporación de agua del terreno. Las lineas de plantación, con goteo, deben ser todas paralelas. 
        Cada parcela individual estará dividida en cuatro bancales lineales de 1,20 metros de ancho, separados por un paso de 0,5 metros y un pasillo central de 1 metro. Transversalmente, se establecen dos pasos, dividiendo cada linea de bancal en tres, y obteniendo un número final de 12 bancales por parcela.








lunes, 6 de mayo de 2013

Elaboración de composteros

Un compostero es un elemento artificial para producir compost. El compost es un material orgánico similar al humus, pero producido de forma artificial. Los restos de materia orgánica son descompuestos naturalmente  por los microorganismos mediante un proceso llamado humización, para obtener el humus. Más tarde, éste, sufre otro proceso llamado mineralización mediante el cual se obtienen los minerales que finalmente pueden ser absorvidos por las plantas.
        Vamos a hacer dos tipos distintos de composteros. Uno vegetal, mediante el cual obtendremos compost por la descomposición de restos vegetales en contacto directo con el terreno. Y otro denominado vermicompost, que se obtiene mediante la acción de las lombrices, que transforman la materia orgánica mucho más rápidamente en restos asimilables por las plantas.




Utilizamos como materiales palets de construcción. Con tablas obtenidas de palets inservibles densificamos los palets buenos hasta obtener una superficie con los menos huecos posibles.




 Clavamos los palets unos a otros para formar cubos. Los cubos que contengan el vermicompost tienen que tener base. Mientras que los cubos para obtener compost vegetal no la tienen; puesto que tiene que tener contacto directo con el suelo.




Los cubos que vamos a utilizar para vermicompost los cubrimos con una malla geotextil para evitar que se escapen las lombrices que añadamos.


Aspecto final de los composteros. Se ha colocado un umbráculo también para evitar la exposición excesiva de los mismos a la radiacción solar, que sería muy perjudicial para nuestros intereses y la formación óptima de compost.



El compostero vegetal se rellena formando capas sucesivas de restos vegetales cortados en pequeñas partes; abono (estiércol o mantillo); y tierra. Y así sucesivamente. En el compostero de vermicompost, se deben añadir restos de peladuras de fruta finos, cáscaras de huevo, papeles de periódico...etc.






Abonado

Proceso de añadido de materiales orgánicos mineralizados que sirven como abono para las plantas. En este caso nos trajeron un camión de 15 m3 de mantillo.
        Para repartirlo, calculamos el volumen de mantillo por metro cuadrado de huerta, y fuimos repartiéndolo mediante varios métodos. Unos más rudimentarios que otros. El dumper, la carretilla y las espuertas fueron la herramienta de trabajo en esta tarea. Además de las palas, protagonistas en todo momento.






Después de repartir el mantillo, lo extendimos superficialmente  cubriendo cada parcela.