Lo primero es hacerse con una buena cantidad de cañas, preferiblemente secas, ya que tienen mayor resistencia.
Se cortan las cañas a medida y se clavan por parejas e inclinadas formando una V inversa con los extremos de las cañas en los extremos del bancal, y el vértice en el medio. Así sucesivamente cada 2 o 3 metros. Se unen los triángulos con unos travesaños de caña también. Y para terminar se colocan unas cañas longitudinales a una altura de unos 50 cm. a cada lado, para cuando las plantas están aun pequeñas.
Al atar las plantas es importante dejar un lazo mucho más grande que el tallo de la planta, para que no nos la asfixie al crecer. Se ata en la base del tallo un extremo, el contrario a la caña y se enrolla la cuerda alrededor de la planta.
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