Ya hemos detectado en la parcela, la mayor amenaza que comúnmente puedes encontrarte en una huerta; los pulgones. Se han asentado solamente, por suerte, en las plantas jóvenes de judías verdes. Y con otra aplicación de los productos que empleamos contra el Gusano gris, hemos controlado esta pequeña plaga. Sin embargo, no siempre es tan fácil su eliminación. Os presentamos algo de información a cerca de los pulgones para que conozcáis un poco mejor a vuestros enemigos...
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Planta de Judías Verdes con pulgones. Se sitúan sobre todo en los brotes más recientes y en el reverso de las hojas y el tallo. |
El pulgón (Aphididae), es un insecto pequeño (de pocos milímetro) y de morfología poco variada. Son de colores variados, sobre todo verdes, amarillos o negros. Pueden ser con o sin alas. Se reproducen en gran medida. Y además de alimentarse de los fluidos de las plantas, lo más peligroso quizá, es que pueden transmitir virus a las plantas. La planta que se vea afectada por un virus no tendrá tratamiento ni curación posible.
También algunas matas de sandías han sido atacadas por los pulgones. Se colocan en la parte de abajo de las hojas y las cubren por completo debido a su elevadísima densidad y rápida reproducción. Las hojas afectadas se van arrugando, como si les faltase agua. Es muy importante descubrirlo a tiempo. Las mariquitas y otros insectos pueden controlar bien estas apariciones de pulgones mientras que sean puntuales y no tengan la protección de las hormigas. Y es que muy a menudo, estas dos especies se encuentran juntas, en una relación de
simbiosis, y cuando esto pasa, las hormigas protegen a los pulgones.
Las hormigas ''frotan'' con sus antenas al pulgón y éste responde produciendo una sustancia llamada ligamaza de la que se alimentan las hormigas. Como si de un pequeño rebaño se tratara, las hormigas mueven a los pulgones a hojas frescas cuando las hojas se secan. Si llueve, las hormigas corren para resguardar a los pulgones de la lluvia, poniéndolos debajo de las hojas. Y si alguna mariquita intenta comerse algún pulgón, recibe una paliza por parte de las hormiguitas.
Como se ve, la hormiga se beneficia del pulgón al comer la ligamaza y a cambio este obtiene protección. Por tanto hay que eliminar también, los hormigueros de nuestros cultivos. Puesto que aunque no se alimentan directamente de ellos, pueden dar cobijo a los pulgones, u horadar grandes hormigueros que dejan a nuestras plantas con las raíces al descubierto.
Contra los pastores de pulgones hemos utilizado un remedio casero, que parecía ser en un principio más rumor que otra cosa, pero que a nosotros nos ha funcionado muy bien:
GRANOS DE ARROZ COCIDOS: Cocemos un poco de arroz y lo llevamos a nuestra huerta, dejando unos cuantos granos muy cerca de la entrada de cada hormiguero. En poco tiempo las hormigas habrán metido esos granos al interior, a la profundidad y la protección del hormiguero. El grano comenzará pronto a fermentar, y los gases producidos por esta reacción química molestan tanto a las hormigas que las obligan a abandonar el hormiguero y buscar otro sitio. El remedio tarda unos días en ser efectivo, pero poco a poco, va disminuyendo el número de hormigas hasta que no queda ninguna.
Contra los pulgones hay varios productos permitidos en agricultura ecológica que pueden ser utilizados. El
extracto de árbol de Neem junto con el
bacilo nos funcionó muy bien la última vez. Pero esta vez vamos a utilizar otra cosa:
JABÓN POTÁSICO: Fabricado mediante saponificación con aceites vegetales. Actúa por contacto, no por ingestión, reblandeciendo la protección superficial de los insectos, causando así su asfixia. De este modo se evita intoxicar a la savia de la planta y que los insectos desarrollen resistencias. Efectivo para disminuir poblaciones de pulgón, mosca blanca, cochinilla, araña roja, ácaros... Es efectivo para todo tipo de cultivos. No conlleva riesgo para las personas o animales.